Por qué necesitamos tener una marca
Tener una marca propia, una imagen única, es esencial para diferenciarse de la competencia. La marca aúna los valores añadidos, los interpreta y los convierte en argumentos de venta, siendo un excelente vehículo para la promoción profesional. En un mercado saturado de profesionales dedicados al mismo sector, con una globalización creciente impulsada por el auge de las redes sociales, se hace necesario encontrar un lugar en el que posicionarse, decir “aquí estoy yo”, “así es cómo soy”, y “por esto te intereso como profesional”. La marca nos permite salir de la masa indefinida y anónima de profesionales que se dedican a lo mismo que nosotros. Mediante su rúbrica nos hacemos ver, existimos y nos expresamos. Dotamos de imagen reconocible a nuestra labor y nuestros logros.
La marca es importante como símbolo permanente. Frente a la renovación incesante de las figuras publicitarias, la marca se mantiene y se hace fuerte, es el hilo conductor del mensaje comunicativo. Por ello la distinción es clara. La publicidad, ya sea offline u online, se renueva con asiduidad, ya que en este dinamismo y en el factor sorpresa reside su fuerza, mientras que la marca es el contrapunto estable necesario para crear conciencia de una identidad única en el mercado.
Características esenciales a tener en cuenta a la hora de construir una marca, o por qué la marca no es solo un «dibujito»
La marca debe ser:
- Original. Debe parecerse lo menos posible a otras marcas, puesto que una marca que tenga algún rasgo diferente que la distinga de otras de la competencia, será mejor retenida en la memoria.
- Expresiva. Debe comunicar los valores fundamentales de la empresa, ya sea mediante denotaciones ( lo que la marca expresa de forma inequívoca para la mayoría de las personas que la ven), o connotativa (lo que evoca, lo que recuerda o a qué se parece).
- Pregnante. La pregnancia se define como la medida de la fuerza con que una forma impacta en la memoria del receptor. Se desaconsejan las marcas demasiado rebuscadas o con muchos elementos, porque a mayor complejidad en la forma, menor capacidad de retención de la marca en el receptor de la misma.
- Atemporal. Las tendencias en diseño cambian, cada vez con mayor rapidez. Por ello es muy importante que a la hora de diseñar la marca, se tengan en cuenta las tendencias para que se adapte bien al mercado actual, pero al mismo tiempo sin perder de vista que la principal función de la marca es resistir bien el paso del tiempo, envejecer con elegancia.
Mucha gente piensa que el éxito que tiene una marca es directamente proporcional a la inversión económica que se realice en su lanzamiento y promoción a lo largo del tiempo. Pero este factor externo no debe ser considerado por los diseñadores, ya que confiar demasiado en la difusión puede perjudicar la calidad del trabajo gráfico. La marca debe venderse sola, tener las cualidades necesarias para ser aceptada por sí misma.
Canales de comunicación de la marca
Para apoyar a nuestra marca y hacer que nuestros clientes potenciales nos conozcan, necesitamos establecer vías de contacto a través de dos canales distintos de comunicación: Online y offline.
- A nivel online se hace imprescindible como vehículo de asentamiento para la marca, la creación de una web en la que el profesional se presente, ofrezca sus productos o servicios y cree nuevas vías de comunicación que le permitan ser escuchado y valorado. Es importante apoyar el sitio web con una gestión integrada de las redes sociales, de modo que el consumidor perciba todas estas comunicaciones como un todo homogéneo y consistente, como las caras complementarias de un poliedro que representa la imagen del profesional en todas sus variantes.
- El canal offline se apoya en la publicidad en medios tradicionales (cine, radio, tv, prensa, revistas especializadas), vallas publicitarias, ruedas de prensa, notas de prensa, flyers, cartelería…
Estos dos canales no son contrapuestos sino complementarios. El canal offline genera confianza en el consumidor y crea «imagen de marca». El canal online permite llegar a un número más amplio de individuos de forma directa y bidireccional, con lo que refuerza los aspectos positivos de la comunicación offline.